Nuestra Crítica
Leídos unos cuantos libros de Robert C. Wilson, medio estadounidense medio canadiense, uno empieza a comprender más sus temas comunes y la forma en la que enfoca las historias. Si en "Darwinia" Europa desaparecía para cambiar por un lugar salvaje que hay que investigar, en "Mysterium" un pueblo desaparecía para aparecer en otro universo alternativo, en "Testigos de las estrellas" se dejaba una zona en cuarentena por interacción extraterrestre - más o menos -, y en "Nomadas" era una familia la que podía ir por planos paralelos, en este el punto de partida es la aparición súbita de una serie de monumentos conmemorativos a unas batallas o guerras con fecha en el futuro. Seguramente el punto de partida más interesante que haya creado este escritor.
El interés, sin embargo, viene por la forma en la que enfoca la historia. Si uno no conoce su obra, los libros parece que se van a inclinar por la aventura, la acción, las sorpresas, los cliffhangers, el space opera y demás, pero Robert C. Wilson se centra practicamente en los personajes. Es decir, "Los cronolitos" trata de la reacción de una serie de individuos ante esos hechos, y cómo estos monumentos afectan su vida privada, laboral, sus obsesiones, etc. Y sí, es cierto que la ciencia ficción suele tener entre sus temas la desastrosa vida marital de sus protagonistas - como ejemplo típico, los científicos en proceso de divorcio de la ciencia ficción hard -, y que no la suele tratar con demasiado rigor, pero Wilson es una excepción.
Lo admirable de "Los cronolitos" no es sólo que haya un protagonista comprensible y una serie de secundarios con los que se puede empatizar, sino que los conceptos de ciencia ficción son apasionantes. Estos son, logicamente, referidos al viaje en el tiempo; por una parte la trama especula sobre la forma en la que esos monumentos han llegado allí, pero, de una forma muy hábil, también lo hace al mismo tiempo sobre las consecuencias sociales, a nivel mundial, de la aparición de ese tipo de profecías, y de la inmutabilidad trágica - o no - del destino, y siempre de una forma coherente, calmada, sin aparentes estridencias incluso en impresionantes pasajes donde casi no se nota que Wilson une las turbulencias de los personajes con las que ocurren en los paisajes que describe.
En estos momentos están saldados una serie de libros de "La factoría de ideas" donde se encuentra este. Recomiendo su compra inmediata no sólo por su calidad o por su precio, sino porque sería una pena perder de vista un ejemplo tan bueno de estilo eficaz, narrativa fluida, metáforas terribles, especulación inteligente y trato de personajes del que podrían envidiar muchos escritores mainstream. Espero con impaciencia el próximo libro de Robert C. Wilson, que parece asentado en la infalibilidad.
Carlos Jürschik
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